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Muchos de nosotros somos habituales de los videojuegos, series y ciencia ficción. Todo a la vez. Tal vez no te guste Marvel o prefieras el basket al fútbol, pero tu biografía de Twitter no engaña: somos mayoría. La dieta, cuanto más omnívora, mejor. Y quién adora los mejores gráficos en sus juegos, ¿no es también un fanático de la fotografía digital?

Además, hoy día somos muchísimos más los usuarios que editamos vídeo. Y, aquellos que no, lo consumimos; así que tarde o temprano nos veremos influidos por su presencia. No en vano, el videomarketing ya ocupa el 82% de todo el tráfico en Internet. Y cualquier chaval con un canal en Youtube ya recurre a herramientas básicas de montaje y edición. Youtube, con sus más de 2.000 millones de usuarios, genera años de contenido cada día.

Sobre estos datos, es obvia la reflexión: ¿qué equipo es el mejor para editar, retocar, montar y producir foto y vídeo profesional? Pues te sorprendería saber que un equipo gaming es el candidato ideal. En un mercado tan competitivo, los mejores sistemas gaming hoy en día aspiran a ofrecer más que buenas prestaciones gráficas. Algo de lo que todos salimos ganando.

La pieza clave

Gobal

En la actualidad, los videojuegos se han convertido en una pieza de un ecosistema de entretenimiento muchos más complejo. Una que influencia al resto. El universo gaming toca, en lo que a aficiones refiere, las necesidades de otros. Por ejemplo, un teclado mecánico como el OMEN Encoder es idóneo para jugar al LoL, está claro, pero también para labores de redacción. Es incomparable el tacto y recorrido de unas teclas Cherry MX Red o Brown al tacto de un sencillo teclado de membrana.

Y no vas a disfrutar más y mejor de una serie como ‘WestWorld’ que en un monitor gaming como el OMEN 27 y el OMEN X 27. No es necesaria mucha justificación: han sido diseñados para ello. Hablamos de una pantalla de 68,58 cm (27″), de calibración profesional que cubre el 90% del espacio de color DCI P3, con una resolución QHD —es decir, 2560×1440— a 60 Hz, retroiluminación LED y panel anti-reflejo —perfecto para trabajar—, con altura ajustable y tecnología AMD Radeon FreeSync 2.0, lo que garantiza un rendimiento HDR brutal.

¿En qué se traducen todas estas cifras? En brillo y contraste superior. Un resultado que tú mismo puedes gestionar, con perfiles de color memorizados. También asegura una mayor fluidez de imágenes, algo que afecta por igual a un first person shooter que a una persecución en ‘The Fast and the Furious’. Y frecuencia de actualización adaptativa, para compensar momentos de baja velocidad de fotogramas, a lo que sumar una reducción de latencia que sí tendríamos en un televisor.

Razones Portada

Se trata de una inversión a largo plazo y un ahorro de espacio: si terminas usando el mismo monitor para jugar a ‘Assassin’s Creed Odyssey’, para devorar en maratón ‘La Casa de Papel’ y para editar tus encargos en InDesign, terminarás ahorrando un dineral respecto a la alternativa,  adquirir una pantalla dedicada a gaming, un TV para ver pelis/series solo o en pareja y otro monitor auxiliar focalizado al trabajo.

Potencia y control

Fans de Premiere a un lado, devotos de Final Cut a otro, sentémonos todos un momento. Decíamos que los equipos son «los todoterrenos de la informática», pero nos gustaría detenernos un poco en esa afirmación. Los equipos gaming solucionan varios problemas de una tacada. Mientras un equipo de vídeo dedicado fortalece dos aspectos fundamentales —mucha RAM y una buena gráfica—, un equipo gaming dedicado garantiza mayor versatilidad.

Teclado

Durante los primeros compases en el proceso de edición de brutos, cualquier equipo es apto. Pero cuando empieces a meter transiciones, filtros sin congelar, cuando insertes alguna gráfica o texto, habitual tanto en recetas interactivas, de encuestas, promos… el rendimiento empezará a bajar. Y cada minuto improductivo es un minuto que pierdes para jugar, desconectar o rentabilizar tus propias tareas.

Las tarjetas gráficas más rápidas y con mayor potencia de cálculo se ensamblan en equipos gaming. Los juegos también requieren RAM rápida, ya que ejecutar un juego es una de las tareas más exigentes. Y no olvidemos el elemento base: será necesario un gran disco duro para la instalación. Equipos como el OMEN 15 incorporan un disco sólido PCIe NVMe en paralelo al disco SATA de 7200 rpm.

De esta forma, ya estemos jugando a Overwatch o montando una presentación con cientos de fotos preseleccionadas, la lectura y transferencia de archivos será inmediata, obteniendo lo mejor de ambos mundos: el bajo coste de enormes discos mecánicos frente a la vertiginosa agilidad de un SSD M.2 que almacena las instalaciones más recurrentes, aquellas que más usemos.

Ergonomía, qué bonito nombre tienes

Raton

Por último, los equipos gaming son sinónimo de periféricos a la altura. Si antes hemos hecho énfasis en razones como el ahorro económico, de espacio y versatilidad de recursos, ahora queremos focalizar la atención en la ergonomía propiamente dicha.

La ergonomía engloba toda la ciencia de diseño de lugares o herramientas para acomodar nuestro ocio, trabajo o la simple usabilidad. Dos tercios de la población mundo sufre o sufrirá algún dolor de espalda durante su vida a consecuencia de una mala ergonomía. Es un hecho confirmado por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud.

Los periféricos gaming han sido diseñados para largas jornadas de juego sin cambiar la postura. La familia de periféricos OMEN son utilizados en competiciones online. Si atletas de los eSports confían en teclados como el OMEN Encoder, ratones como OMEN Photon Wireless o alfombrillas inteligentes como la OMEN Outpost —con sistema de carga inalámbrica—, ya te imaginas el rendimiento que ofrecerá en tu día a día en casa.

Horas y horas editando capas, quitando arrugas, mejorando el color y la exposición, arreglando errores ocultos… Cada click cuenta y si ese click ha sido acomodado para facilitar su uso, lo notaremos tras la jornada laboral. A través de los macros también podemos diseñar atajos. En la edición de vídeo, además de los atajos y comandos básicos, cualquier recurso para raspar tiempo es bienvenido. Tu creatividad te lo agradecerá.

Jugando en equipo

Performance

Ahora démosle la vuelta a la fórmula: si no somos jugones pero tenemos un potente sistema para ello, ¿no acabarás picando? Es una oportunidad, hay que aprovechar. Podemos comenzar por algo gratuito como Fortnite o el nuevo battle royale de moda, Call of Duty: Warzone. Y de aquí saltar a mastodontes del RPG como The Witcher III: Wild Hunt, o Divinity: Original Sin II. Las posibilidades vendrán determinadas por el propio equipo. Por eso hay que pensar antes de comprar.

Lo que nos lleva al Command Center, una aplicación multifunción con launcher independiente. Sirve para hacer retransmisión de un juego desde el PC OMEN a cualquier dispositivo conectado a la misma red. Incorpora un GPI (Game Performance Index) para evaluar nuestras habilidades según seis parámetros distintos, de manera que podremos ver en qué fallamos y cómo mejorar.

También ayuda a gestionar nuestros juegos con una biblioteca inteligente que optimiza el rendimiento de cada juego de forma personalizada, además de la función overclock y la funcionalidad Dual Force, diseñada para optimizar el rendimiento online, una herramienta pensado para streamers gaming competitivo.