Xataka
Contenidos contratados por la marca que se menciona.

+info

Cuando los artistas Auriea Harvey y Michaël Samyn afirmaron en su manifiesto sobre el arte que «el 3D en tiempo real es la tecnología creativa más destacada desde el óleo sobre lienzo», estaban invitando a los artistas del futuro a prestar atención al enorme potencial del videojuego y el procesamiento de gráficos.

Hace ya más de una década de aquella afirmación y la evolución vivida desde entonces en las unidades procesamiento gráfico —más conocidas como GPU o tarjetas gráficas— ha superado todas las expectativas. Hoy tenemos equipos que nos permiten disfrutar de los videojuegos como nunca antes hubiéramos imaginado, como en el HP OMEN X 2S, uno de los primeros portátiles con arquitectura Turing y GPU GeForce RTX.

Tecnologías como ray tracing —trazado de rayos— introducidas en las RTX de Nvidia puede sonar a futurismo, pero es algo en pleno desarrollo desde hace un par de años. Son un conjunto de algoritmos complejos que permite predecir dónde incidirá la luz para mostrar los reflejos, en tiempo real.

Los inicios del procesamiento de gráficos

Quienes no podían ni imaginar que en pleno 2019 estaríamos hablando de esta tecnología eran los jugadores de los 70. Entonces las primeras máquinas arcade empezaban a experimentar con la incorporación de unidades de procesamiento gráfico cuya tarea principal era liberar la carga de trabajo en el procesador principal o CPU.

El mítico Space Invaders (1978) fue uno de los primeros juegos de éxito en correr sobre una placa base con chips gráficos avanzados —para la época— que seguiría desarrollándose tecnológicamente a lo largo de los 80 con la llegada de nuevas máquinas recreativas y la popularización de computadoras como el Commodore Amiga. IBM o Intel fueron algunas de las compañías que, paralelamente, introdujeron diferentes tecnologías que requerían el desarrollo de nuevas y más potentes CPU’s.

A principios de los 90 apareció Open GL, una API multilenguaje capaz de dibujar escenas tridimensionales complejas. Grandes juegos como KOTOR o Ultima VII hacen uso de esta librería.

Y poco después llegaría Direct3D, la contrapartida de Microsoft que se integraría en la colección de DirectX. Es el momento de la fundación de una empresa, Nvidia, que llegaría en 1993 para fabricar chips gráficos con el convencimiento de que el PC se convertiría en dispositivo de consumo principal para aplicaciones multimedia. Entonces existían una veintena de fabricantes de procesadores gráficos; tres años más tarde, la cifra se triplicó.

NV1, la primera tarjeta de Nvidia, y Sega, que por entonces dominaba el mercado de los juegos arcade, adapta el código de Virtua Fighter para lanzar el primer juego 3D ejecutado con gráficos Nvidia.

Nace la primera GPU

En 1999, dos años después de lanzar el primer procesador de gráficos 3D de 128 bits, Nvidia comercializa la GeForce 256, un producto que provocó un terremoto en la industria, convirtiéndose en la primera GPU moderna de la historia. Esta tarjeta era capaz de procesar 10 millones de polígonos por segundo —una cifra obsoleta para los 2.000 millones que procesa una unidad actual—.

Desde entonces, empieza una carrera por ofrecer los mejores gráficos del mercado con tecnologías que van sucediéndose en la búsqueda de desarrollar los mejores gráficos y la posibilidad de integrarlos en las placas.

Con el milenio llegaron nuevas innovaciones, como la tecnología SLI que permite conectar dos o más tarjetas gráficas para combinar su rendimiento, o la arquitectura CUDA, un sistema que busca el uso de los hilos simultáneos de la GPU para realizar tareas independientes y liberar a la CPU. Ese mismo año, 2006, es el año de lanzamiento de DirectX 10, y Nvidia y ATI —actualmente AMD— empiezan a competir en una guerra continua por ofrecer la GPU más potente del mercado. Una contienda que sigue librándose actualmente.

La guerra por la mejor gráfica del mercado

La serie 8 de las GTX de Nvidia con su CSAA (Coverage Sampling Anti-Aliasing) consiguen dominar el mercado de alta gama y AMD opta por tarjetas con doble GPU centradas en el presupuesto como la RV620/635.

La nueva década está protagonizada por las GPUs basadas en arquitectura Kepler y rendimiento especializado para los videojuegos, que cambiaba la lógica de las gráficas de Nvidia. En este momento, la compañía apuesta por más núcleos funcionando más lento en lugar de menos núcleos funcionando al doble de potencia para obtener cargas de trabajo paralelas más eficientes.

Y empieza el baile de nomenclaturas hoy bien conocidas entre los jugadores, con gamas profesionales bajo el nombre comercial Tesla y Quadro, y gamas más centradas en el juego como GeForce. Llega entonces GeForce GTX Titan, una tarjeta de gama alta que permitía grandes resoluciones en monitores múltiples con antialiasing supermuestreado.

Mientras, AMD aportaba con su HD7970 GHz una tarjeta que buscaba mayor rendimiento alejándose de los presupuestos ajustados. Con DirectX 11 sobre la mesa y el ray tracing aún en un estadio lejano, las gráficas vivieron una etapa de estancamiento en las que se apostó por la rasterización para seguir asumiendo carga de trabajo y liberando la CPU.

La llegada de Turing y el ray tracing

La lucha entre ambas compañías siguió, claro. Hasta que Nvidia lanzó la arquitectura Turing, capaz de realizar el largamente buscado ray tracing. El nuevo camino a seguir en el desarrollo gráfico para elevar la calidad gráfica de los videojuegos. Y es que el trazado de rayos promete cambiar la experiencia de juego a través de la luz y los reflejos, como puedes ver en esta comparativa basada en Battlefield V:

 

El principal escollo es la caída de rendimiento cuando queremos disfrutar del ray tracing. En este momento, aún son pocos los juegos que pueden exprimir al máximo el trazado de rayos en tiempo real, pero parece que gran parte de la industria quiere apostar por este camino ahora que la tecnología lo permite.

Equipos como el HP OMEN X 2S son perfectamente capaces de trasladar esta innovación a la gama portátil más potente de HP. Una apuesta segura si quieres exprimir al máximo tus juegos y no dejar pasar la oportunidad de disfrutar de las innovaciones con las que hace unos años solo podíamos soñar.

Imágenes | HP OMEN, Cyberpunk 2077 (captura del tráiler oficial del E3), web de Nvidia.