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El terror de todo usuario: el sobrecalentamiento de su ordenador.

Cuanto más o cuanto menos, nuestro PC puede llegar a ese momento de terror donde la temperatura se dispara. Y, aparte de darnos cuenta por el calor que desprende, esta temperatura viene acompañada por un molesto zumbido procedente de los ventiladores trabajando a mil por hora, intentando solucionar el problema.

Si eres un gamer, ya ni te cuento. Tu ordenador pasa horas y horas encendido trabajando a un ritmo frenético. Y esto acaba comprometiendo el rendimiento. Ante esto, los fabricantes plantean distintas soluciones: buen ejemplo de ello es la nueva gama OMEN y OMEN X by HP, un tipo de sistemas orientados al gaming que cuenta con uno de los mejores modelos de refrigeración del mercado.

Cómo influye una mala refrigeración

Sin embargo, y antes de pasar a conocer los distintos sistemas de ventilación, debemos tener claro cómo afectan las subidas de temperatura a nuestros ordenadores. Un buen sistema de ventilación es clave para el funcionamiento ideal.

Cada uno de sus componentes debe estar correctamente refrigerado.

Las subidas de temperatura pueden deteriorar los componentes de nuestras computadoras impidiendo la correcta transmisión de información, lo que se traduciría en forma lags o problemas de arranque. Algo terrible cuando estás en mitad de una partida, donde el tiempo de respuesta funciona en milisegundos. Un lag de una milésima de segundo determina desde la buena comunicación entre el equipo hasta que una jugada entre a tiempo en la partida.

¿Cómo se enfría nuestro ordenador?

Existen distintas formas de enfriamiento que aplican a su vez recursos científicos y tecnológicos. El sistema de refrigeración por aire es el más común de todos ellos. Este sistema se basa en el uso de corrientes de aire para realizar una variación térmica en el ambiente.

Dentro del sistema de refrigeración por aire podemos escoger un formato pasivo o activo. El sistema pasivo se caracteriza por ser una opción de lo más económica, pues la pieza clave (heatsink) está fabricada en cobre o aluminio y aparece integrada a la placa.

Es una de las opciones más silenciosas al carecer de elementos mecánicos, pero su capacidad de intercambio térmico es bastante limitada. Su funcionamiento se basa en la creación de una corriente de refrigeración termoeléctrica por proximidad.

El sistema activo incorpora además una turbina o ventilador que mueve una corriente de aire fresco acabando con el calor excesivo. Aunque son una opción más ruidosa que la anterior, es uno de los sistemas más usados. Al tradicional uso de ventiladores se le han ido sumando los modelos con disipadores, en las que una placa de metal (normalmente de aluminio) absorbe el calor que desprende el otro metal al situarse a su lado, es también importante.

Sin embargo, la mayor novedad en el mundo de la ventilación la introdujo la refrigeración líquida (watercooling), un sistema que han comenzado a incorporar los mejores equipos, como la citada gama OMEN by HP. Esta gama de ordenadores tanto portátiles como de sobremesa dan al usuario la opción de configurar un sistema de ventilación óptimo dependiendo de cada momento.

Este tipo de refrigeración se basa en el uso de líquido —agua bombeada alrededor del procesador—: actualmente existen dos variantes: indirecta, empleando un circuito aislado del resto de componentes; y por inmersión, valiéndose de un líquido refrigerante eléctricamente inerte. Este tipo de refrigeración es mucho más efectiva y silenciosa que el resto. Una opción muy interesante para los gamers, donde el silencio es clave para la concentración.

Los componentes protagonistas

La refrigeración de nuestro equipo no sería posible sin una serie de componentes: los más importantes son la pasta térmica, el panel termoeléctrico (TEC) y los TTB.

Los dos primeros tienen el objetivo de desviar el exceso de calor de los componentes más delicados —como podría ser el procesador— hacia otro lugar. Los TTB (tubos termosifón básicos), conocidos también como caloductos, tienen el mismo objetivo que los anteriores componentes. Son unos tubos sellados que diluyen el calor latente de la vaporización a lo largo de un circuito.

En último lugar, y aunque no sea un componente sino un recurso, hay que destacar el thermal throttling. Esta técnica intenta proteger al equipo regulando el consumo de energía de los distintos aparatos conectados. A través de un informe de sobrecalentamiento que llega desde la placa se procede a la desaceleración de alguno de los componentes del equipo de forma intencionada mediante software.

Ventilación según necesidad

Lógicamente, deberemos hacer más o menos hincapié en la refrigeración dependiendo del uso que le demos al aparato. En el caso de que empleemos el ordenador para realizar tareas de oficina o cualquier tipo de trabajo usual, los ventiladores pueden solucionar el conflicto.

Si por el caso contrario nos encontráramos ante el ordenador de un gamer, necesitaremos una ventilación más potente, que lógicamente cambiará si se es aficionado o profesional.

Los usuarios que emplean sus sistemas principalmente para ejecutar juegos suelen realizar el denominado ‘overclocking’. Este término hace referencia a la subida de la frecuencia del reloj tanto en la CPU como en la GPU. Esto consigue que el sistema funcione a mayor velocidad, pudiendo realizar más operaciones por segundo. Sin embargo, también consumirá mucha más luz y por tanto aumentará su temperatura considerablemente, pudiendo dañar los componentes.

La respuesta de HP: eficiencia para los gamers

Desde HP han pensado en ello y, por eso, algunos de sus ordenadores son aptos para el overclocking, como el portátil de la gama Omen X y los sobremesas. La marca ha logrado romper la creencia de que los portátiles no pueden ser la herramienta de un buen gamer.

Estos portátiles, equipados con una GeForce GTX 1080, cuentan con un sistema de refrigeración mediante cámara de vapor, ideal para el overclock.

Este sistema de refrigeración se basa en el calentamiento del líquido refrigerante hasta convertirlo en su estado gaseoso para poder ser transportado a lo largo del sistema a través. Un método que permite enfriar nuestros ordenadores huyendo del tradicional ventilador. Sus ordenadores de sobremesa están equipados con ventilación alrededor de todo el borde, dos ventiladores de 120mm y refrigeración líquida opcional.

Este famoso sistema de refrigeración incorporado en los ordenadores OMEN by HP se basa en el uso de líquidos para reducir la temperatura. De entrada, este sistema de refrigeración suele partir con una temperatura 10 grados menor a la que traen los disipadores equipados por defecto en el microprocesador.

Además, y de gran importancia, con la refrigeración líquida nos curamos en salud, pues este sistema reduce considerablemente el nivel de ruido producido por nuestro aparato. Esto es clave para quien se dedica al mundo de los videojuegos. Imaginemos, si no, a los compañeros del equipo Movistar Riders intentando ponerse de acuerdo en las jugadas con un constante zumbido de fondo. Así no habría quien se concentrara. HP pretende facilitar a los gamers su trabajo y favorecer este ambiente de concentración que se necesita para poder jugar en condiciones.

No hay duda de que los sistemas de refrigeración continuarán avanzando a medida de que avance la tecnología. De momento, la refrigeración líquida parece ser uno de los sistemas más eficaces para maximizar el rendimiento de nuestros aparatos, sobre todo cuando se trata del equipo de un gamer. Una apuesta segura.