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La realidad virtual es innegablemente uno de los grandes avances de los últimos años. Esta tecnología nos sumerge en escenarios de apariencia real, pero simulada, haciéndonos formar parte de un logrado simulacro virtual.

2015 y 2016 fueron dos años clave en el desarrollo de la RV, pues salieron a la venta los primeros dispositivos encargados de abrirnos la puerta a estas realidades paralelas. Hablamos de Oculus Rift y HTC Vive, dos productos que han ido mejorando con el tiempo y que se mantienen en la punta de la pirámide.

Desde el lanzamiento de estos primeros aparatos comenzó a generalizarse la creencia de que la RV era algo a lo que sólo podían acceder la élite tecnológica. Esos sistemas rondaban precios desorbitados. Y sí, es cierto que los ordenadores necesitan tener unas especificaciones técnicas concretas para ser compatibles. Pero ahora la realidad es bien distinta.

Actualmente los sistemas actuales han reducido precio y aumentado capacidades. Hoy día no es difícil hacerse con un ordenador preparado para RV a un precio asequible. Sin ir más lejos, la nueva gama OMEN by HP nos da soluciones por unos 1.000 euros.

Por qué nos exige tanto la Realidad Virtual

Antes de meternos a hablar de precios y comparar productos, cabe explicar por qué los sistemas de RV necesitan de unas características concretas para funcionar. Los tres componentes más importantes en un equipo preparado para realidad virtual son la tarjeta gráfica, el procesador y la memoria RAM.

Simular un mundo virtual es todo un reto a nivel técnico. Para poder construir esta realidad necesitamos una tasa de refresco mucho más alta de lo normal. Esta tasa, medida en hercios (Hz), se refiere a la cantidad de imágenes por segundo que la pantalla —en este caso las propias gafas— pude mostrar. Esto está estrechamente relacionado con el nivel de fps. O lo que es lo mismo, el número de imágenes por segundo que desde el juego se envía a la pantalla.

Para que nos hagamos a la idea, los videojuegos normales funcionan bien a 30 fps, mientras que los de RV multiplican por cuatro esta cifra. 60 fps para cada ojo. Sin esto, aparte de percibir este mundo virtual como artificial, experimentaríamos una terrible sensación de mareo. Ojo: todos sufrimos cinetosis, la diferencia está en el umbral a partir del cual la experimentamos. Un sistema bien optimizado no suele marear.

 

Oculus o HTC Vive funcionan con una tasa de refresco de hasta 90Hz. Por todo ello, es lógico que exijan una tarjeta gráfica potente que soporte esta característica y le saque provecho.

La resolución es otra de las grandes necesidades técnicas de la RV. Tanto Oculus como VIVE funcionan a 2160×1200 píxeles. Este dato unido a la tasa de refresco hacen indispensable tener un procesador a la altura. De hecho, un juego con resolución de 1080p a 60 Hz necesita que se procesen 124 millones de píxeles por segundo, mientras que para un juego de Oculus Rift se van a tener que procesar hasta 400 millones de píxeles por segundo. Una potencia tres veces más alta.

Sin embargo, y aunque el jugar a un videojuego de PC convencional y disfrutar de uno de RV requieran de componentes y características muy diferentes, no es difícil hacerse con un equipo listo para trasladarnos a este mundo virtual sin dejarnos un riñón en el intento.

Una experiencia asequible

Fijémonos en los requisitos de las Oculus y las HTC Vive. En cuanto a las Oculus, es necesaria una gráfica NVIDIA GeForce GTX 1050 con una capacidad de 2GB de vídeo o una AMD Radeon RX 470 (con 4GB de memoria de vídeo) o superior. El procesador necesario para que Oculus funcione es un Intel Core i3-6100 o un AMD FX4350 o superior. Además, 8 GB de memoria RAM.

Las HTC Vive necesitan de una tarjeta NVIDIA GeForce GTX 1060 (con 3 o 6GB de memoria de vídeo) o una AMD Radeon RX 480 con 8GB de memoria de video para funcionar. Con un procesador Intel Core i5-4590 o un AMD FX 8350 o superiores tendríamos bastante. A diferencia de las Oculus, las HTC Vive necesitan la mitad de memoria RAM, solo 4 GB.

Unas especificaciones que podrían parecer costosas pero que cumplen ordenadores como la gama OMEN de HP. Tomando el modelo más básico, el nuevo ordenador de sobremesa OMEN by HP 880-004ns está equipado con una tarjeta gráfica NVIDIA GeForce GTX 1050, un procesador Intel Core i7-7700 y 8GB de memoria RAM. Por poco más de 1000 euros tendríamos un sobremesa que cumple todos los requerimientos tanto de Oculus como de HTC Vive.

Yendo un poco más allá

Pero sólo estamos rascando la superficie. Di el dinero no es un problema, si anhelas la “experiencia completa”, HP propone su mochila OMEN X Compact Desktop.

Por algo más de 3000 euros, este dispositivo portátil de realidad virtual nos permite transportar la caja de nuestro ordenador a nuestra espalda para vivir una experiencia de RV envolvente y sin cables.

No solo presenta una memoria RAM de 16 GB sino que su tarjeta gráfica (NVIDIA GeForce GTX 1080) y su procesador (Intel Core i7-7820HK) le convierten en una máquina hecha por y para disfrutar de la mejor RV.

Aunque todavía queda mucho por descubrir en el campo de la RV, los requerimientos actuales de productos como Oculus o Vive se pueden obtener a precios universales. La opción de trasladarnos a otros mundos desde el salón es hoy un hecho, no una vaga promesa de futuro.