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Cuando nos hacemos con un nuevo equipo el periférico que peor parado sale es el monitor. Y eso que es el más importante.

Comprar un buen monitor es a largo plazo una genial inversión…por eso te dejamos esta guía para que encuentres el que mejor se adapte a tus necesidades. ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de escoger?

Tamaño

El tamaño suele ser uno de los primeros aspectos que tenemos en cuenta a la hora de adquirir un monitor. Se define como la distancia que existe diagonalmente entre un vértice de la pantalla y su opuesto.

Se mide en pulgadas (1 son 2,54 cm) y hoy en día puedes encontrar pantallas desde 14 hasta más de 50. Si eres un amante de los videojuegos, lo mejor es que te hagas con un tamaño intermedio, entre 20 y 40cm.

Algunas marcas como HP ofrecen gran variedad de tamaños; en este caso con monitores especiales para gaming, su gama OMEN by HP). Así, no solo se adaptarán a lo que deseas sino también al espacio del que dispones.

Resolución

Se trata del número de píxeles que se pueden mostrar en la pantalla. Lo encontraremos expresado en ancho por alto y en ocasiones con su nombre comercial (Full HD, HD, 2K,4K…) La clave está en lograr el perfecto equilibrio entre tamaño y resolución. De primeras, no deberíamos jugar con nada menor a Full HD (1920×1080).

Y, de hecho, a partir de 27», incluidas, mejor pasar a QHD para evitar ver píxeles desde corta distancia. Es decir, 2560 x 1440 píxeles (también conocida como 2K).

Relación de aspecto

Para quien no conozca este término, no es más que la proporción entre la anchura y la altura de un monitor. Se calcula dividiendo ambas y expresándolo como X:Y, aunque, como en el caso anterior, a veces veremos que se refieren a ello con su nombre comercial como ultrawide. Aunque hay muchas, las más frecuentes son 16:9, 16:10 o 21:9.

Tipo de panel

Conocer el tipo de panel que monta el monitor por el que nos estamos interesando es vital. Olvidando ya los antiguos paneles culones basados en tubos de rayos catódicos (CRT), hoy en día existen muchos tipos. Aunque en el gaming podemos centrarnos en dos: TF e IPS.

Los más empleados en la actualidad son los LCD IPS y TFT LCD. También debemos tener en cuenta las pantallas curvas: aseguran una mayor inmersión y, por tanto, experiencia de juego, optimizando la visión en los laterales.

Tasa de refresco/tiempo de respuesta

Es uno de los factores más importantes si con nuestro monitor nos vamos a dedicar a jugar a videojuegos. El tiempo de respuesta es el tiempo que le cuesta a un pixel cambiar de un color/tonalidad a otro y volver a su original. Así, cuanto mejor sea el monitor, menor tiempo ofrecerá en un entorno de 1 milisegundo.

Cabe decir que a partir de 5ms se puede jugar cómodamente, aunque 1ms es el ideal (propio de los panales TN, generalmente). Respecto la tasa de refresco o frecuencia con la que una imagen se dibuja en el monitor, se mide en hercios y a mejor monitor mayor cantidad de Hz.

Los más habituales oscilan desde los 60 a 240 Hz. Un TV convencional, en Europa, cuenta con 60 Hz; a partir de 75Hz se puede jugar con garantías de no perderse frames en la acción. Lo más común es encontrarse con 144Hz, como el HP OMEN 25.

Conectividad

Un buen monitor se va a caracterizar por tener bastantes conectores de entrada. Algunas de las más usadas hoy en día son HDMI, Display Port, Thunderbol 3, USB Type-C… También es frecuente que estén equipados con un hub con varios puertos USB para conectar periféricos o cargar las baterías de móviles.

Algunos incluyen entrada/salida de audio e incluso altavoces. Parece una tontería, pero si quieres conectar tus otros periféricos (ratón, teclado, auriculares…) unas malas conexiones podrían fastidiarte.

FreeSync – G-Sync

En un monitor orientado al gaming, hay que tener muy en cuenta que esté provisto con un soporte para alguna de las tecnologías existentes de sincronización. Estas tecnologías se dedican a mejorar la comunicación entre el mismo monitor y la gráfica. Intentan eliminar posibles cortes de imágenes o fallos que se traduzcan en parpadeos o destellos.

Hoy en día están disponibles el G-Sync de NVIDIA y el FreeSync de AMD. El último es gratuito para los fabricantes porque se basa en estándares abiertos, por lo que los monitores que lo incorporan suelen ser algo más económicos.

Diseño/ergonomía

Los monitores deben ser de materiales ligeros pero a la vez resistentes, lo que nos asegura una fácil portabilidad sin correr riesgos. Tenemos que tener cuidado respecto a dónde queramos colocarlo: si lo queremos tener en el escritorio, deberá tener una buena base mínimo con regulador de altura.

Otras características como el grado de giro, inclinación o pivote son muy valorables. Y si la quieres colgar de la pared, fíjate en que cuente con soporte VESA.

Ahora, ¿cuál elijo?

Como explicábamos antes, muchas empresas ofrecen en el mercado distintos monitores con parámetros muy diferentes de todas estas características. No todos los monitores valen para todo, y como a nosotros lo que nos va es el gaming, mejor ir a lo seguro. Con su línea OMEN, HP ha creado monitores pensados exclusivamente en el usuario gamer.

Así, nos aseguramos de exprimir nuestra experiencia de juego al máximo. HP nos ofrece a los gamers cuatro posibilidades igual de eficientes pero distintas.

  • Monitor curvo OMEN X by HP 35 (88.9cm). Para los que se animen a probar esta nueva tecnología de inmersión total. Cuenta con una resolución muy alta, 3440 x 1440 a 60 Hz y con una relación de aspecto 21:9. Su tasa de refresco es bastante alta, 100 Hz. Además, es una pantalla de tipo UWQHD con retroiluminación LED.

Y, por supuesto, cuenta con el sistema G-Sync de NVIDIA. Todo esto nos asegura que nuestros juegos se verán a las mil maravillas y funcionarán con la rapidez con la que tienen que funcionar. Puedes ver sus características completas aquí.

  • Monitor Pavilion Gaming 32 HDR (81.3cm). Resolución QHD (2560 x 1440 a 60 Hz), contraste 3000:1 en imagen estática (un verdadero récord) y un tiempo de respuesta a 5ms de píxel gris a gris. Su tecnología de color con DisplayHDR ™ 600 aporta mejor contraste, mayor profundidad de gamut y mayor precisión de color. Por otro lado, la tecnología AMD FreeSync evita cortes, tartamudeo de imagen y ayuda a suavizar cada escena.

Perfecto para disfrutar de tus juegos a lo grande, sobre todo sabiendo que cuenta con el FreeSync de AMD y que tiene un tiempo de respuesta de 5 ms.

  • Monitor HP OMEN 27 (68.6cm). Si quieres algo más manejable, este es el monitor perfecto en rendimiento y talla. Perfectamente configurable en cuanto a altura e inclinación, cuenta con una alta tasa de refresco de 165Hz a pesar de ser QHD, también incorpora NVIDIA G-sync, y está equipado con un montón de conexiones (entre ellos, dos HDMI). Pesa 4,36kg sin soporte.

Sin duda el tamaño perfecto para el gamer que está empezando a cogerle el gustillo y aspira al target profesional.

  • Monitor HP OMEN 25 (63.5cm). Si el espacio con el que cuentas es menor, no te preocupes. El monitor de 25’’ que ha creado HP es lo que estás buscando. Con una resolución FHD (1920×1080) y una tasa de refresco de 144 Hz5, demuestra que se puede ser (un poco más) pequeña pero igual de matona.

Está equipado con la tecnología FreeSync de AMD, por lo que con este monitor tampoco se nos escapa nada. Perfecto para los que, a pesar de amarlo, no le puedan dedicar demasiado tiempo a esto del gaming.

Imágenes | OMEN by HP